Eres pobre

Caminaba hace unos días por el Paseo del Prado en Madrid cuando me topé con una manifestación que era de todo menos multitudinaria. La manifa avanzaba a buen ritmo desde Atocha hasta Cibeles escoltada por diversas patrullas de la Policía Nacional y Local. Los manifestantes portaban carteles con variadas quejas y reclamaciones: por los ERES de Andalucía, por la Púnica, por la financiación B del Partido Popular, por la igualdad, contra la xenofobia, por las preferentes, por las tarjetas black, por el Caso Nóos... Había casi más motivos de protesta que protestantes. Todos los motivos eran suficientes (a mi juicio) para dar lugar a una manifestación propia pero entiendo que los manifestantes no puedan salir a la calle los 30 días del mes. El acto reivindicativo se había convocado (imagino) para paralizar y escandalizar a la sociedad civil, para alertar a la clase política de que el pueblo juzga sus actos, para recordar a los que mandan que hay límites y que si se sobrepasan puede producirse una situación de revuelta, desorden y anarquía, sin embargo todo quedó en un paseo descafeinado por el centro de Madrid sin incidentes y sin repercusión alguna. Los que observaban la manifestación desde los bares próximos miraban con incredulidad. «¿Qué hacen estos? Se creen que van a cambiar algo», pensaban mientras sonreían con sus gafas de sol caladas y restañaban de la boca la espuma de la cerveza. Ni siquiera aquellas personas que iban por la acera en dirección a Cibeles se unieron al acto de protesta para lo cual sólo tenían que caminar por el asfalto en la misma dirección. La gente no quiere participar, la gente no quiere protestar.

El hartazgo ha llegado a límites desconocidos o al menos incalculables. La desidia ha cundido en un pueblo que no se queja, que permanece pasivo, que sólo espera al siguiente escándalo para archivarlo justo a continuación del anterior. Si fuera político no vería mejor momento para sacar todos los trapos sucios de mi partido: no habría reacción. Faltan muchas gotas para colmar el vaso (si es que se puede colmar).

Parece que todo el mundo tiene algo que perder. De otro modo, ¿qué país europeo aguantaría sin explotar una crisis económica, institucional, política y social como esta? Sólo España.


No nos damos cuenta (me incluyo) de que somos pobres, de que nos mean encima y dicen que llueve, de que el 50% de los trabajadores gana menos de 1.000 € al mes. Somos pobres pero no queremos enterarnos. Para los que no se han enterado todavía les informo (muy a mi pesar) de que: eres pobre porque no puedes encender la calefacción en invierno ni el aire acondicionado en verano. Eres pobre porque crees que con una semana en Fuengirola has tenido bastantes vacaciones. Eres pobre porque llegas a fin de mes haciendo malabares. Eres pobre porque trabajas 10 o 12 horas al día. Eres pobre porque en la Seguridad Social tardarán 15 días en prescribirte una radiografía y un mes en hacértela. Eres pobre porque tu banco se ha enriquecido a tu costa durante años. Eres pobre porque cuando vas a heredar lo que tus padres han conseguido con grandes esfuerzos te crujen a impuestos. Eres pobre porque vives constantemente a crédito. Eres pobre porque es legal que trabajes 40 horas semanales por 707,60 € (hasta el año pasado por 655,20 €). Eres pobre porque el crecimiento del PIB no repercute en tu bienestar. Eres pobre porque las subidas del IBEX no te benefician pero te perjudican las de la prima de riesgo. Eres pobre porque vives en un mundo elitista donde la brecha social aumenta día a día. Eres pobre porque crees que los pobres son los que duermen en los cajeros. Eres pobre porque crees que ser rico es tener un piso y un coche en propiedad. Eres pobre porque en una entrevista de trabajo pueden preguntarte si tienes pensado quedarte embarazada. Eres pobre porque sólo recibes información sesgada del mundo. Eres pobre porque eres manipulable. Eres pobre porque el sistema educativo cambia cada cuatro años. Eres pobre porque la televisión te bombardea con basura que te aletarga y adormece.

Eres pobre y eso no va a cambiar mientras todo siga igual.


Comentarios

Entradas populares de este blog

La canción protesta

¿Qué culpa tengo yo?