¿Es sostenible nuestro sistema de Seguridad Social?

En un momento en el que bien podría extenderme con el PSOE, La Púnica o las Tarjetas Black, decido centrarme en cuestionar el actual sistema de la Seguridad Social en España (y mucho me ha costado no darle caña a los otros).

Entran menos gallinas de las que salen. Es así de sencillo. A resultas de consultar lo que otros países semejantes destinan al gasto en pensiones, España se encuentra en la media, destinando algo más del 10% del PIB. El problema es que nuestro PIB no está creciendo demasiado últimamente, por lo que al mantener el gasto de Seguridad Social (10% del PIB), sobre una cantidad que no crece (PIB) y con un incremento de los pensionistas (paro y envejecimiento de la población), hacen ineludibles los los reiterados hachazos a la conocida como hucha de las pensiones (que se creó cuando entraban más gallinas de las que salían, pero que ya sólo alberga el 20% de lo que acumulaba en 2011).

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A todo esto hay que añadir que los empleos son temporales en su mayoría, lo que implica periodos intermedios en los que los trabajadores se encontrarán en desempleo (salen gallinas). Lo mismo sucede si los salarios son más bajos, las bases de cotización también lo serán y por lo tanto su contribución a la Seguridad Social se reducirá (entran menos gallinas).

No se nos puede olvidar tampoco la picaresca nacional. Y es que este post se inspira en una visita a los Juzgados de lo Social que hice el otro día, al objeto de mejorar mi destreza en sede judicial. En torno a un 50% de los juicios que vi trataron sobre solicitudes de prestaciones a la Seguridad Social y tengo que confesar que una gran parte de esos procedimientos atufaban bastante a fraude. Observé que los estamentos implicados (Magristratura, Fiscalía y representantes de la Seguridad Social cuestionaban la viabilidad del actual Sistema de Seguridad Social. Según aquellas gentes, el actual sistema invitaba al fraude, no entendido así por los supuestos defraudadores quienes entenderían su modus vivendi, no como un delito o una estafa, sino como la toma de posesión de la parte del pastel social que les corresponde y que han venido sufragando con tantos años de trabajo.

En esta realidad subyace algo básico, y es que el cumplimiento de las leyes no debe depender de la voluntad de los ciudadanos, sino, mal asunto.

Nuestro sistema de pensiones funciona mediante la recogida de dinero, su introducción (en la que esperemos que no interceda ninguna mano) en un gran saco y su posterior reparto en atención a las prestaciones sociales reconocidas ¿Hay otros sistemas? Sí. Los suecos tienen un sistema mixto, en el que los trabajadores y las empresas contribuyen a una propia e individual hucha de cada empleado (de cuyo saldo se les informa anualmente). Finalmente al momento de la jubilación, el trabajador se beneficiará de lo que ha ido ahorrando complementado con seguros privados casi obligatorios (no podía ser perfecto). En caso de que no llegue la hucha no llegue al mínimo establecido, el estado garantiza siempre una cantidad. Ellos parece que no se quejan.

No sé si este modelo es la solución, puede que no, pero hay que darle una vuelta a este sistema abocado a la insostenibilidad. 

Y, cuidado que esto no tiene nada que ver con la Sanidad Pública.

Así es, hasta luego.

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