A vueltas con el cuarto poder
Hace un par de semanas Pablo Iglesias tuvo un rifirrafe con un periodista al insinuar la falta de imparcialidad de los medios de comunicación, y eso claro está, no sentó nada bien. La que se montó fue buena, algunos periodistas se rompieron la camisa clamando justicia, otros abandonaron el acto, las asociaciones de periodistas pidieron respeto para la profesión...
medios de comunicación endeudados, desinformación, bancos, pubicidad, deuda de los medios
¿Qué puedo decir? Estoy totalmente de acuerdo. Es un secreto a voces. La agenda mediática está marcada por el talonario de los bancos y las presiones políticas. Eso es innegable. Y sino, ¿por qué nunca aparecen los nombres de los bancos que desahucian? Siempre nos ponen al pobre desgraciado al que van a echar de su casa pero nunca nos dicen quién ejecuta su hipoteca.
Los medios no son libres, están presos de los bancos que son los dueños de sus créditos. Por ejemplo Prisa tiene una deuda de 1.880 millones de euros con los principales bancos españoles (Santander, La Caixa...) y otras empresas (como Telefónica). No se trata de créditos pequeños. Los medios españoles han vivido un sobredimensionamiento totalmente descontrolado. La lucha entre los grupos de medios en España, les ha llevado a realizar operaciones financieras cuya viabilidad económica es más que cuestionable. Y todo, para intentar controlar el mercado de la información. El objetivo es claro: cuanto mayor sea la estructura del medio, más alcance tendrá su mensaje político.
El resultado de estas macrooperaciones ha sido el sobreendeudamiento y con ello la bajada de calidad de la información, pues difícilmente se puede transmitir noticias veraces cuando tienes tantos dueños a los que contentar. No solamente podemos comprobar esa falta de imparcialidad con el ejemplo de los desahucios ¿Cuántas veces hemos visto sin venir a cuento la publicación de los resultados trimestrales de un banco, o publi-reportajes totalmente descarados?
Hace poco pude escuchar a uno de los sindicalistas de Airbus a los que se les imputaron delitos penales por llevar a cabo protestas y paros (el Fiscal solicitó penas de prisión). El trabajador se quejaba resignado del aislamiento al que les habían sometido los medios. El atropello de sus derechos civiles fue escandaloso, sin embargo la agenda mediática los condenó literalmente al ostracismo. Finalmente fueron absueltos, pero eso ¿dónde se ha publicado?
La información que tenemos es la que nos dan. No tenemos margen de interpretación, se nos ofrece un trozo de la realidad que no necesariamente es el más relevante para nosotros, pero si lo es para quienes controlan este tinglado.
Para terminar diré que resulta llamativo que se levanten periodistas y se vayan de una conferencia académica (no era un acto político) de Pablo Iglesias y que lo único que hagan cuando les ponen un plasma con una grabación de hace una semana mediante la que Mariano Rajoy "comparece" (probablemente en calzoncillos, eso nunca lo sabremos), es cerrar bien el plano para que parezca que aquello no es una gran tomadura de pelo.
Así es, hasta luego.
¿Qué puedo decir? Estoy totalmente de acuerdo. Es un secreto a voces. La agenda mediática está marcada por el talonario de los bancos y las presiones políticas. Eso es innegable. Y sino, ¿por qué nunca aparecen los nombres de los bancos que desahucian? Siempre nos ponen al pobre desgraciado al que van a echar de su casa pero nunca nos dicen quién ejecuta su hipoteca.
Los medios no son libres, están presos de los bancos que son los dueños de sus créditos. Por ejemplo Prisa tiene una deuda de 1.880 millones de euros con los principales bancos españoles (Santander, La Caixa...) y otras empresas (como Telefónica). No se trata de créditos pequeños. Los medios españoles han vivido un sobredimensionamiento totalmente descontrolado. La lucha entre los grupos de medios en España, les ha llevado a realizar operaciones financieras cuya viabilidad económica es más que cuestionable. Y todo, para intentar controlar el mercado de la información. El objetivo es claro: cuanto mayor sea la estructura del medio, más alcance tendrá su mensaje político.
El resultado de estas macrooperaciones ha sido el sobreendeudamiento y con ello la bajada de calidad de la información, pues difícilmente se puede transmitir noticias veraces cuando tienes tantos dueños a los que contentar. No solamente podemos comprobar esa falta de imparcialidad con el ejemplo de los desahucios ¿Cuántas veces hemos visto sin venir a cuento la publicación de los resultados trimestrales de un banco, o publi-reportajes totalmente descarados?
Hace poco pude escuchar a uno de los sindicalistas de Airbus a los que se les imputaron delitos penales por llevar a cabo protestas y paros (el Fiscal solicitó penas de prisión). El trabajador se quejaba resignado del aislamiento al que les habían sometido los medios. El atropello de sus derechos civiles fue escandaloso, sin embargo la agenda mediática los condenó literalmente al ostracismo. Finalmente fueron absueltos, pero eso ¿dónde se ha publicado?
La información que tenemos es la que nos dan. No tenemos margen de interpretación, se nos ofrece un trozo de la realidad que no necesariamente es el más relevante para nosotros, pero si lo es para quienes controlan este tinglado.
Para terminar diré que resulta llamativo que se levanten periodistas y se vayan de una conferencia académica (no era un acto político) de Pablo Iglesias y que lo único que hagan cuando les ponen un plasma con una grabación de hace una semana mediante la que Mariano Rajoy "comparece" (probablemente en calzoncillos, eso nunca lo sabremos), es cerrar bien el plano para que parezca que aquello no es una gran tomadura de pelo.
Así es, hasta luego.
Comentarios
Publicar un comentario