¿Asalariado o emprendedor?

En primer lugar, decir que como apunté el EURIBOR llegó la semana pasada a tipos negativos (acerté, aunque para que se produzcan las consecuencias que señalé debe caer más). En segundo lugar, no sé si acerté o no con la formación de Gobierno.

Me ha llevado tiempo decidir la pregunta que da título a este post, la respuesta espero que podáis deducirla al final del mismo.

No voy a incidir mucho en el hecho de que el mercado laboral sigue en coma. Ya ha sido objeto de otros posts. No hay trabajo o el trabajo es muy precario. La situación que conozco es la de los jóvenes entre 23 y 30 años con formación universitaria y esta situación es muy difícil.

La llaman la crisis de los 25 (no te digo más). Miles de universitarios (la mayoría con Máster Oficial) buscan empleo en grandes empresas, muchos lo consiguen, pero, ¿lo consiguen los suficientes? En mi opinión no. Otros miles de ex universitarios no acceden a ese puesto y se marchan a Reino Unido a trabajar (con un buen salario) en un empleo para el que están sobrecualificados. Van a sobrevivir y a aprender inglés para emplearlo en España (cuando se tercie) en un puesto de trabajo de su categoría. Sin ilusión no se puede vivir.

De los que lo consiguen, me consta que un porcentaje importante lo hace mediante enchufe, otros pocos tienen un expediente impecable y el resto al hoyo. Y en ese hoyo hay mucha mucha gente. Hay personas inteligentes y válidas y personas torpes e ineficaces, clasificados ambos tipos a tenor de unos criterios tan homogéneos y "racionales" que es imposible distinguirse, resaltar o si quiera asomar la cabeza. 


¿Se puede salir del hoyo? Sí, pero con mucha suerte. En el improbable caso de que accedas a una dinámica de grupo o una entrevista, tendrás 20 minutos para que la persona de recursos humanos que está sentada frente a ti, que te mira y te hace las preguntas más estúpidas que puedas imaginar, piense que eres listo (pero no demasiado), que sabrás trabajar en equipo y que si te lo piden puedes hacer un huevo frito al punto, con yema espesa y clara sin pompas.

Todo esto para trabajar entre 10 (infierno) y 13 (infierno + 1) horas al día, por 1.000 y pico euros al mes. Ante este panorama, es normal que haya depresiones.

La otra opción: emprender. Para emprender hay que tener una idea y a ser posible dinero. Si no tienes dinero debes tener una idea buena y barata. Se puede emprender en algo que no esté relacionado con lo que se ha estudiado, pero esos estudios pueden servir para coger impulso, contactar con conocidos, pedir consejo y pensar con perspectiva.

No es sencillo, el 80% de las empresas españolas cierra en los cinco primeros años (no quiero ni saber qué porcentaje cierra al sexto año). Sin embargo, debe ser gratificante comprobar (tanto para bien como para mal) que todo tu trabajo, esfuerzo, inteligencia y aptitudes se vuelcan en un objetivo propio.

Quiero recalcar que este post va dirigido a esa porción de la población con la que me identifico en edad. No pretendo que un padre o una madre de familia deje su estabilidad laboral (aunque sus trabajos no les llenen) para buscar un sueño que puede terminar en fracaso y ejecución hipotecaria. Pero para esos otros que están hartos de que les chupen la vida 12 horas al día, que son jóvenes y radiantes, sí que puede ser útil replantearse la existencia y reflexionar sobre si el salario no es más que una zanahoria atada a un palo que nos dejan devorar a fin de mes y que nos impide ver que alrededor hay, como poco, muchos más tipos de hortalizas.

Hay cientos de competidores (también los hay en el mercado laboral), hay miles de trabas y de fondo, te mira de reojo el fracaso y el resto de gente que no quiere que tu idea o proyecto cuaje, pero con esta edad, ¿qué hay que perder?

Así es, hasta luego.

Pd: Esto no es coaching.

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