¿Es necesario un gobierno con mayoría absoluta?
No pretendo analizar por enésima vez los resultados electorales (Dios me libre), pero si voy a hacer mi propia lectura del panorama que se nos ha presentado tras las elecciones. Comenzamos.
"España no puede permitirse un periodo de indefinición política", fueron las palabras de Mariano Rajoy tras conocer los resultados de las elecciones. Aquí se abrieron las cajas de pandora que se venían preparando desde hace unos meses, aunque para mí, la famosa, inestabilidad no es más que el resultado del escenario más democrático que ha vivido España desde La Transición.
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Han surgido nuevos partidos, lo que no resulta fácil con nuestro sistema electoral. Más allá de sus aciertos o errores, es innegable que son alternativas a la vieja guardia socialista y popular. Y eso es positivo. Estos partidos pueden traer aire fresco a Las Cortes o al menos intentarlo (creo que sus líderes sí lo pretenden, otra cosa son los que están detrás...). Las encuestas fallaron y está difícil conseguir la tan ansiada mayoría absoluta que permita formar un gobierno estable, pero ¿es necesario un gobierno con mayoría absoluta?
No lo es. Sin embargo caben dos opciones, una muy positiva y otra bastante menos. La primera opción tendría lugar si se formara un gobierno en minoría y las leyes se aprobaran una a una con el consenso de todos los partidos (con renuncias y exigencias de cada uno podríamos tener las leyes más plurales de la historia de España). Sin embargo si se produjeran bloqueos de las propuestas de forma sistemática por todos los partidos (coyuntura más que posible) podríamos estar atascados legislativamente cuatro años. Todo depende en gran medida de la responsabilidad de los partidos (que ya es decir).
No obstante no creo que se llegue a una u otra situación. Me explico. La Bolsa cayó un 3,6% el día después de las elecciones, la Prima de riesgo subió 9 puntos y Moody´s (otrora "gurú" del rating) avisó y enredó en nuestro futuro (rescato un artículo de 2011 donde les dan lo suyo aquí), en lo que podríamos decir que fue la acogida de los resultados electorales por los mercados.
Los mercados quieren bipartidismo porque están más cómodos con ese esquema político. Los nuevos partidos podrían haberse planteado el rescate de Bankia, la dación en pago, la reforma laboral o las políticas de recortes (entre otros), por eso prefieren que gobiernen partidos viejos. Y para que estos partidos gobiernen, los mercados no van a dudar en hacer uso de su mano invisible para estrujarnos, presionarnos y atemorizarnos de modo que creamos que la pluralidad es siempre negativa y que si no hay mayoría absoluta se va a ir todo al garete.
Los viejos partidos están cómodos en esa posición y no creo que fuercen pactos que no les permitan hacer y deshacer como hasta ahora. Preferirán una segunda vuelta electoral en poco más de mes y medio, en donde entre los famosos mercados y la prensa, conseguirán que creamos que si no gobierna uno u otro no habrá más salida que el ostracismo económico y la condena al tercer mundo (o al infierno directamente), cuando lo cierto es que esos mercados seguirían haciendo negocio con España (porque les interesa) gobierne quien gobierne, pero pudiendo elegir, mejor elegir al árbitro que te pitará un penalty a favor en el minuto 90 si las cosas se tuercen.
Así es, hasta luego.
"España no puede permitirse un periodo de indefinición política", fueron las palabras de Mariano Rajoy tras conocer los resultados de las elecciones. Aquí se abrieron las cajas de pandora que se venían preparando desde hace unos meses, aunque para mí, la famosa, inestabilidad no es más que el resultado del escenario más democrático que ha vivido España desde La Transición.
No lo es. Sin embargo caben dos opciones, una muy positiva y otra bastante menos. La primera opción tendría lugar si se formara un gobierno en minoría y las leyes se aprobaran una a una con el consenso de todos los partidos (con renuncias y exigencias de cada uno podríamos tener las leyes más plurales de la historia de España). Sin embargo si se produjeran bloqueos de las propuestas de forma sistemática por todos los partidos (coyuntura más que posible) podríamos estar atascados legislativamente cuatro años. Todo depende en gran medida de la responsabilidad de los partidos (que ya es decir).
No obstante no creo que se llegue a una u otra situación. Me explico. La Bolsa cayó un 3,6% el día después de las elecciones, la Prima de riesgo subió 9 puntos y Moody´s (otrora "gurú" del rating) avisó y enredó en nuestro futuro (rescato un artículo de 2011 donde les dan lo suyo aquí), en lo que podríamos decir que fue la acogida de los resultados electorales por los mercados.
Los viejos partidos están cómodos en esa posición y no creo que fuercen pactos que no les permitan hacer y deshacer como hasta ahora. Preferirán una segunda vuelta electoral en poco más de mes y medio, en donde entre los famosos mercados y la prensa, conseguirán que creamos que si no gobierna uno u otro no habrá más salida que el ostracismo económico y la condena al tercer mundo (o al infierno directamente), cuando lo cierto es que esos mercados seguirían haciendo negocio con España (porque les interesa) gobierne quien gobierne, pero pudiendo elegir, mejor elegir al árbitro que te pitará un penalty a favor en el minuto 90 si las cosas se tuercen.
Así es, hasta luego.
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